Cuando nos referimos a productos de proximidad, no sólo hablamos de productos alimenticios, sino también de productos y servicios de otros sectores realizados en nuestro entorno territorial más próximo.
Apostar por productos de proximidad significa consumir de una manera consciente teniendo en cuenta factores como la calidad, la accesibilidad a la información del producto, su origen, la manera cómo ha sido elaborado, así como la creación de sinergías entre el productor y el consumidor. De este modo se ayuda a reforzar la economía local y a reducir el desgaste energético que produce el transporte de un continente a otro.
En Pepitablanca depositamos la confianza en este tipo de productos, realizando nuestras piezas de forma artesanal, cortándolas de una en una y dando valor al lugar donde han sido producidas, en medio de un entorno natural, rodeado de viñas, como es la comarca del Penedés, cerca de Barcelona. Sabemos que de esta manera el resultado de nuestros productos es de una calidad excepcional.