Detrás de Jabones Siracusa se esconde Paula Siracusa, una bióloga de formación que realiza jabones bonitos, especiales y con una gran sensibilidad. Pastillas que son el resultado de un proceso artesanal según el método tradicional en frío y hechas a partir de sustancias naturales empleadas desde tiempos ancestrales por diversas culturas tales como sal marina, caolín, arcilla francesa, avena, o tintura de benjui y empleando siempre aceites esenciales naturales de gran calidad, nunca procedentes de reciclados o reutilizados.
En Pepitablanca nos ha cautivado sobretodo la delicadeza de su packaging que transmite muchos de los valores y la filosofía de la marca y con el que se deja constancia que su función estética cumple un papel esencial. Con sus envoltorios, el momento de desenvolver los jabones se convierte en un ritual en el que, más allá de intervenir elementos sensoriales como el tacto y el olfato, el sentido de la vista cobra también un papel protagonista convirtiendo así cada una de sus pastillas en un objeto de deseo antes de desenvolver el jabón.
El resultado de todo ello son unos productos únicos de una gran exquisitez y personalidad propia, además de poseer grandes propiedades aromaterápeuticas.