Existen múltiples posibilidades a la hora de utilizar telas para la decoración del hogar, pero como ya habréis ido leyendo en los anteriores posts de este blog, en Pepitablanca somos especialmente fans de las fibras naturales que son las que utilizamos en la elaboración de nuestras piezas.
Para conocer un poco más sus propiedades y algunas de sus ventajas, hoy os hablaremos de una de las fibras naturales más populares y más usadas: el algodón.
La fibra de algodón crece de la semilla del algodonero, una variedad de plantas del género Gossypium.
El algodón es casi celulosa pura y posee un tacto suave debido a su gran capacidad de absorción de la humedad, que hace que no acumule electricidad estática y sea una fibra muy confortable. Los tejidos de algodón son fáciles de lavar gracias a su buen comportamiento ante soluciones jabonosas lo que hace también que sea resistente a los lavados repetidos. Algunas de sus otras ventajas en el uso textil son su frescor, su flexibilidad, que no se apelmaza y que resiste bien al planchado.
Cultivado en cerca de 80 países, el algodón es uno de los cultivos más ampliamente extendidos y utiliza cerca del 2.5% del área arable del mundo. El algodón es fundamental para las economías de países en desarrollo, particularmente de África Occidental y Central, en donde cerca de 10 millones de pequeños agricultores dependen del sector para sus ingresos.
En definitiva, el algodón es una aliado perfecto para que la decoración de nuestros hogares sea de lo más confortables.